El cumplimiento del fallo del tribunal de La Haya en el diferendo marítimo entre Perú y Chile, al cual se han comprometido los presidentes de ambos países, profundizará los vínculos bilaterales, opinó hoy Ignacio Basombrío, miembro de la Comisión Consultiva de la Cancillería.
LIMA, PERU - NOVIEMBRE 30. Presidente de la República Ollanta Humala da la bienvenida a su homólogo de la Republica de Chile Sebastián Piñera.
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El también abogado e internacionalista resaltó que a pesar del diferendo jurídico, se han mantenido y acrecentado los vínculos de cooperación y amistad entre ambos gobiernos, con el desarrollo e incremento de las relaciones bilaterales en todos los ámbitos.
Basombrío sostuvo que la relación presente y futura entre el Perú y Chile debe basarse en la relación de mutua confianza, de identidades comunes, reconocidas y respetadas, a fin de lograr equilibrios necesarios en los asuntos económicos y sociales.
Destacó la política de ambos países de resolver el diferendo existente con criterios estrictamente jurídicos.
“El Perú sostiene que las relaciones internacionales deben sustentarse en sólidas bases de amistad y cooperación, con respeto mutuo. La buena vecindad se construye y no se declara (…) para encontrar soluciones equilibradas, sustentadas jurídicamente y que, además, permitan obtener beneficio mutuo”, manifestó.
Perú presentó en enero de 2008 una demanda ante La Haya en la que sostiene que la frontera marítima con Chile, aún no está fijada en un tratado de límites; mientras que Santiago apela a los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954 para sostener que la línea divisoria ya está definida.
“El Perú ha acudido a la Corte Internacional de Justicia con un sólido enfoque jurídico, con el dominio de las fuentes históricas sobre el tema y con una posición patriótica para lograr, en el marco legal internacional, el reconocimiento de su derecho”, dijo Basombrío Zender.
Detalló que, en la relación con Chile existe un asunto pendiente que el Perú ha abordado con seriedad y coherencia: la necesidad de establecer la frontera marítima.
Indicó que Perú acudió a las instancias de carácter jurisdiccional contempladas en la normativa de las Naciones Unidas y del Sistema Interamericano y trató el tema de la delimitación marítima dentro de un estricto enfoque jurídico.
Según Basombrío, la madurez alcanzada por la sociedad peruana permite estudiar el pasado con sentido crítico, para superar el conflicto y reemplazarlo con la plena vigencia de lo jurídico, la paz y el desarrollo.
Basombrío sostuvo que la relación presente y futura entre el Perú y Chile debe basarse en la relación de mutua confianza, de identidades comunes, reconocidas y respetadas, a fin de lograr equilibrios necesarios en los asuntos económicos y sociales.
Destacó la política de ambos países de resolver el diferendo existente con criterios estrictamente jurídicos.
“El Perú sostiene que las relaciones internacionales deben sustentarse en sólidas bases de amistad y cooperación, con respeto mutuo. La buena vecindad se construye y no se declara (…) para encontrar soluciones equilibradas, sustentadas jurídicamente y que, además, permitan obtener beneficio mutuo”, manifestó.
Perú presentó en enero de 2008 una demanda ante La Haya en la que sostiene que la frontera marítima con Chile, aún no está fijada en un tratado de límites; mientras que Santiago apela a los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954 para sostener que la línea divisoria ya está definida.
“El Perú ha acudido a la Corte Internacional de Justicia con un sólido enfoque jurídico, con el dominio de las fuentes históricas sobre el tema y con una posición patriótica para lograr, en el marco legal internacional, el reconocimiento de su derecho”, dijo Basombrío Zender.
Detalló que, en la relación con Chile existe un asunto pendiente que el Perú ha abordado con seriedad y coherencia: la necesidad de establecer la frontera marítima.
Indicó que Perú acudió a las instancias de carácter jurisdiccional contempladas en la normativa de las Naciones Unidas y del Sistema Interamericano y trató el tema de la delimitación marítima dentro de un estricto enfoque jurídico.
Según Basombrío, la madurez alcanzada por la sociedad peruana permite estudiar el pasado con sentido crítico, para superar el conflicto y reemplazarlo con la plena vigencia de lo jurídico, la paz y el desarrollo.
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